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2018/08/24

El derrumbe de la presa de Santa Engracia NO contamina el río

En los últimos días se están publicando en diferentes medios de comunicación artículos sobre la suciedad, basura y la contaminación en el río tras la rotura de la presa de Santa Engracia.

Artículo del Diario de Noticias del 14 de agosto. Sólo se recoge la perspectiva del colectivo de remo.

Más allá del carácter sesgado de estos artículos, solo se tiene en cuenta la opinión del colectivo de remo, además de una baja calidad periodística de carácter ambiental. Desde el movimiento Arga Bizirik-Arga Vivo queremos reivindicar que el río NO está más contaminado por el derrumbe de la presa de Santa Engracia tal y como se dice.
El derrumbe de la presa de Santa Engracia NO contamina el río, si no lo contrario, lo “DEScontamina”. El derrumbe ha permitido que cerca de 1 km de río empiece a recuperar sus características naturales. ¿Y porque es bueno que el río se parezca lo máximo posible a aquel que un día fue? Sencillamente porque todos los animales (peces, anfibios, mamíferos, aves…) y todas las plantas del río Arga han estado evolucionando y adaptándose durante miles de años a vivir en un río con unas condiciones que están muy lejos de las generadas por el azud de Santa Engracia. 

Zona del río Arga antes de la presa de Santa Engracia (25 de abril de 2018). La lámina de agua tiene una altura normal para la época del año permitiendo que el agua fluya con rapidez y que salgan a la luz zonas de rápidos y zonas lentas. Los sedimentos colmatados por la presa de Santa Engracia forman islas de sedimentos que en las próximas riadas irán movilizándose río abajo.
 
Gracias al derrumbe de la presa el río ya no es una lámina de agua profunda y prácticamente inmóvil. Ahora se pueden observar zonas de rápidos y zonas lentas, como esperaríamos ver en un Arga vivo. Si cierras los ojos y escuchas, oyes al río fluir. El río está despertando tras muchas décadas dormido. Un río que corre (como pasa ahora) no puede estar contaminado; es así digamos lo que digamos.
Cierto es que al derrumbarse la presa tres colectores quedan al descubierto causando malos olores, pero queremos dejar claro que el agua sucia y con restos que pueden expulsar estos colectores también llegaba al río antes y producía malos olores cuando estaba la presa sin derrumbar. La entrada de agua de los colectores contamina el río con y sin presa, y es, sin lugar a dudas un aspecto que debería solucionarse. Los que gestionan los colectores tendrán que ponerse las pilas.

Zona del río Arga antes de la presa de Santa Engracia (diciembre de 2017). La foto muestra el mismo tramo de río que la anterior pero tomada desde otro ángulo y con la presa de Santa Engracia aun remansando el agua. El agua fluye muy lentamente y la altura de la lámina no permite que se creen zonas de rápidos.

Se habla también de suciedad, basura y de que para la gente que se baña y pesca hay un fuerte peligro. Eso es muy similar al tema de los colectores. Que haya latas de cerveza, carros de la compra, plásticos, y a saber que, no tiene que ver con la rotura de la presa ni con que haya bajado el nivel de agua… Toda la basura presente es el resultado de lo “guarro” que puede llegar a ser el ser humano… La diferencia con hace unos meses, es que antes el agua lo tapaba todo, y ahora está al descubierto, dejándonos en evidencia.
En resumen, las presas en los ríos modifican su estado natural y sin lugar a dudas empeoran su calidad. No lo decimos nosotros, sino que hay estudios que lo avalan. Afirmar que el derrumbe de la presa tiene relación con la contaminación del río Arga no es más que confundir a la opinión pública. No estamos en contra de que el club de remo exprese y defienda su postura, pero no vamos a consentir que se usen argumentos falsos para tal fin.

Río Argada desde el puente del Plazaola (3 de agosto de 2018), más limpio que nunca


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