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2018/08/30

Pamplona - Iruña quiere ir contra corriente...

Ayer, desde el Ayuntamiento salió a la luz una noticia que la verdad no acabamos de entender…
http://www.noticiasdenavarra.com/2018/08/29/vecinos/pamplona/el-ayuntamiento-reparara-provisionalmente-la-presa-de-santa-engracia-hace-falta-un-profundo-debate.
Y es que, parece que se está pensando en un arreglo provisional para la presa de Santa Engracia. Como es lógico, esta propuesta no hay por donde agarrarla. Gastar dinero público en una acción provisional… ¿no hay mejores sitios donde invertirlo?
Mientras que en Europa se intensifican los esfuerzos en demoler presas viejas y obsoletas, y/u otros obstáculos que actúen como barreras en los cursos fluviales, y se proponen y se financian acciones que permitan gestionarlos de forma más adecuada mediante una restauración más eficiente que mejore la conectividad de los ríos... parece que en Pamplona prefiere ir, nunca mejor dicho, contra corriente.

 Demolición en el río Elortz de la presa del antiguo molino harinero bajo Zizur. No sólo se demuelen presas en desuso y cuya concesión se da por finalizada lejos de nuestro entorno. Demoler estas presas es una necesidad para el río y para nuestra sociedad. Aún puede apreciarse la fábrica de la misma (9 de marzo de 2012)


Parece que la madre naturaleza, siempre sabia, ha querido hacer, de nuevo, visible su acción, y ha decidido demoler otro de los obstáculos que había a su paso: la presa de Santa Engracia. Y decimos hacer visible, porque muchas de las personas que tenemos criterio técnico, sabemos que cuando se altera el curso de un río, éste siempre intenta de una manera u otra, recuperarlo. Y para muestras, no un botón, sino miles: inundaciones que afectan a construcciones en zonas inundables en periodo de retorno, presupuesto perdido en infraestructuras que poco o nada tienen que hacer ante avenidas extraordinarias... y podríamos seguir, pero nos estaríamos desviando del tema principal de este artículo.

Inundación en la zona del puente de Curtidores (12 de febrero de 2009)
 
Volvamos al tema que nos ocupa. Es una Directiva Europea, la Marco del Agua  del año 2000, la norma a partir de la cual se han empezado a poner más énfasis en la eliminación de obstáculos que impiden la permeabilidad de los ríos en toda Europa, pero, para más “inri”, es que incluso ya anteriormente la normativa estatal hablaba de la demolición de presas cuando ya estuvieran en desuso, de una manera u otra, desde 1967 con la Instrucción para el Proyecto, Construcción y Explotación de Grandes Presas (en su artículo 100 de abandono y demolición y presas), y posteriormente con la modificación del año 2012 del Reglamento Público Hidráulico, además de muchas otras, pero no es cuestión de aburrir.
Volviendo a nivel europeo, hay iniciativas como el proyecto AMBER (Adaptative Management of Barriers in European Rivers), financiado por el programa europeo Horizonte 2020, un proyecto de investigación multidisciplinar que cuenta con un presupuesto de 6,2 millones de euros, que bajo el lema “Let It Flow”, promueve la gestión adaptativa de las barreras artificiales presentes en los ríos europeos como presas y azudes, con el fin de mejorar la continuidad y el estado ecológico al compatibilizar la reducción del impacto ambiental y los beneficios económicos de la explotación del agua. Mediante AMBER se busca la implicación de la ciudadanía a la hora de documentar las barreras existentes en los ríos europeos a través de una aplicación móvil “Barrier Tracker”, desarrollada para Android en la Play Store y para iOS en la App Store, traducida a casi 23 idiomas de modo que todos los países del EC puedan usarlas, y sobre el cual las primeras conclusiones afirman que existe un promedio de una barrera a la conectividad por kilómetro de río. Una barbaridad.
Y no sólo eso, sino que ya en la Comunidad Foral, tenemos ejemplos de proyectos, algunos con financiación europea, en los que se ha intentado mejorar, entre otros aspectos, la conectividad fluvial: Life GERVE ("Gestión Ecosistémica de Ríos con Visón Europeo" 2005 - 2007), Life + Territorio Visón (2010 - 2016) en los Tramos Bajos del Arga y Aragón... y además, curiosamente, en el mismo curso fluvial, en el río Arga. U otros más recientes como el LIFE Irekibai en la zona cantábrica, cuyo lema es: “Mejorando la conectividad y los hábitats en los ríos compartidos por Navarra y Gipuzkoa”. Seguro que a muchos os sonarán las recientes demoliciones y permeabilizaciones de Olloki, Endarlatsa, Ubarán, Inturia, Bera, Ituren, Txaruta... que están recientemente en nuestra memoria como buenos ejemplos de que Navarra está yendo en cumplimiento de las Directivas Europeas.
Algunos de estos proyectos iban encaminados a mejorar el hábitat, principalmente del visón europeo, un pequeño mustélido acuático en peligro de extinción, del que Navarra cuenta con el honor de tener un 70% de los ejemplares del suroeste del continente (y que curiosamente está presente también en la capital foral), pero también el de otras especies (nutria paleoártica, galápago europeo... ), y en el Bidasoa, especialmente para flora y fauna relacionada con el río (alisedas cantábricas, desmán ibérico, visón europeo, sábalo, salmón atlántico, lamprea marina, loina o burtaina).
Pero volvamos al tema: presa de Santa Engracia. Deberíamos alegrarnos de que el obstáculo esté desapareciendo sin hacer nada (aunque también es cierto que sólo ha desaparecido parte y lo ideal sería que se acabase por romper entera)... hemos conseguido mejorar la permeabilidad y la conectividad del río Arga de forma natural, sin invertir presupuesto…

Primeros síntomas de la presa dañada (5 de julio de 2015)
 
Pero no. No todo fluye normal. Salen a la palestra argumentos como el de que una actividad lúdico deportiva, como es el remo, ya no se puede practicar porque ya no hay presa y no hay agua estancada... Se habla de impacto paisajístico y de que el río está “feo” (cuando la belleza es un valor totalmente subjetivo). También se cita que se ha producido un incremento de presencia de basuras, y de olores porque queden al descubierto unos colectores. No es problema de la naturalización del río o de que haya desaparecido una presa... es un problema de que hay menos volumen de agua al no estar estancada y los residuos se ven más...  y sobre los colectores... si producen olor se tendrá que pedir responsabilidad a la entidad responsable de su gestión. Igualmente nos gustarían lugares alternativos para el remo, igual que desde el Ayuntamiento de Madrid se ha ofrecido un embalse para seguir practicando el deporte, por la apertura de presas y renaturalización del río Manzanares.

Azud  de Santa Engracia totalmente roto (17 de enero de 2018)
Como desde nuestro colectivo pensamos que sólo se consigue el respeto a través del conocimiento, ahora que hemos mejorado la conectividad fluvial al eliminar un obstáculo que lo impermeabilizaba, daremos a conocer que el río está recuperando su régimen hídrico natural: hay zonas de remanso, zonas de aguas más rápidas, se acumularán los sedimentos de diferente manera, será más apreciable el estiaje, y aparecen especies de flora y fauna adaptadas a esta variabilidad de hábitat, por lo que, en este tramo, la biodiversidad (entendida como diversidad de especies vegetales y animales que viven en un espacio determinado) es seguro que se incrementará. Por ello, desde este blog nos ocuparemos de hacer ver que hay vida en el río Arga, y de que se verá favorecida, como está ocurriendo en Madrid. Ya lo único que nos falta escuchar sobre las bondades que ofrecía la presa de Santa Engracia es que antes había menos hierbajos y bichos que los que hay ahora… Es lo que tiene tener un Arga Vivo, que por cierto, nosotros como grupo nos alegramos y estamos orgullosos de todo ello. 

Río renaturalizado en puente del Plazaola, algo que queremos, porque de verdad, merece la pena (25 de abril de 2018)
Y tranquilidad, porque desde este colectivo nos aseguraremos de que las administraciones autonómica, estatal y europea... y también local, sigan sabiendo que es así: que el río está más vivo, y sobretodo, haremos lo posible para informarle y recordarle de que no se vaya en contra de lo que marcan sus respectivas legislaciones...
Además, no nos olvidemos del plan fluvial que presentó este mismo Ayuntamiento tan solo hace unos meses. En él, se apuesta por la eliminación de azudes; que mejoraría el transporte de sedimentos y el paso de fauna, y evitaría los efectos de algunas crecidas aguas arriba de las mismos con lo que sería una medida más de minimización del riesgo de cara a posibles inundaciones. Además, se habla de que los azudes de Santa Engracia y Harinera de Ilundáin se encuentran en mal estado y tienen nula utilidad.
Desconcierta ver todos nuestros argumentos aportados para no dilapidar dinero público en Santa Engracia suscritos por el propio ayuntamiento en febrero, y que ahora en agosto se proponga todo lo contrario… Incoherencia total.

2018/08/27

Sobre la presa de Santa Engracia


Últimamente en nuestra ciudad Pamplona-Iruña se debate sobre la rotura ocasionada en la presa de Santa Engracia por las crecidas del río Arga del pasado invierno. Rotura que liberó parte del agua embalsada provocando un descenso del nivel a lo largo de aproximadamente 1000 metros de cauce. Un club de remo con instalaciones en este tramo del río propone, con todo derecho, restaurar y de nuevo cerrar la circulación del Arga para poder continuar con su actividad deportiva sin tener que trasladarse. Por ello ha iniciado una activa campaña por la reconstrucción del azud. Viendo el escenario que ha dejado la presa rota, parte de la opinión pública no ha dudado en apoyar esta petición. Finalmente el asunto ha saltado a la arena política por lo que la polémica y la demagogia empieza a estar a la orden del día.
Frente a este posicionamiento por la reparación del azud, y deseando que no se pierda una oportunidad para mejorar las condiciones del castigado río Arga, quiero exponer otro punto de vista, tratando de incitar a que pensemos si las cosas son tan sencillas como parecen.

Presa rota, con un buen caudal de agua
Buscando apoyos para la recuperación del embalse, desde el Club Náutico primero y después por parte de algún político, se han expuesto ante la opinión pública toda una serie de afecciones que afirman ha producido la rotura de la presa y se han planteado los supuestos beneficios que aportaría su reconstrucción. Se habla de más contaminación, de peor higiene, de perjuicios a la fauna silvestre, a los pescadores, de la aparición de la basura antes sumergida, de mosquitos, del valor histórico de la presa… Se ha hablado también sobre las crecidas, afirmándose, con mucha imaginación por cierto, que las presas en Pamplona son útiles para la gestión de caudales y que no repercuten en las inundaciones. Es estéril polemizar aquí con todo lo dicho. Esto es como cuando nos creemos expertos en todo y lanzamos afirmaciones que tal como está pasando aquí, al final cojean por falta de fundamentos serios. Ya hay mucha información objetiva disponible para quien tenga interés en profundizar y en formarse una idea bien razonada de cada tema concreto y para el que quiera informar con seriedad.
Sin embargo, sí quiero reflexionar sobre otro de los temas planteados: el del valor estético y paisajístico perdido. En esto sinceramente le doy la razón, momentáneamente, al Club Náutico. Es un aspecto más subjetivo y por lo tanto más apropiado para un intercambio de opiniones sinceras. Ciertamente el tramo presenta ahora un aspecto bastante desolado, tercermundista se ha dicho no sin fundamento. No hay más que dar un paseo para ver la presa rota, las defensas en forma de chatarra oxidada de las orillas desnudas tras décadas y décadas sumergidas, los grandes bloques de hormigón por el cauce y nuestras vergüenzas en forma de basura que el descenso del nivel ha dejado al descubierto. Ni siquiera corre el agua, pues en buena parte del tramo sigue embalsada por la capa de colmataciónde la presa. Ante esta imagen se me ocurre plantear dos temas. Uno es el de la chatarra, los desechos y el escombro que ha quedado al descubierto. Es un aspecto que hay que gestionar sí o sí, pero independientemente de que haya o no embalse. El otro aspecto es el del paisaje. Y aquí invito a reflexionar y tratar de imaginar la evolución futura de este tramo si no se recupera la presa. Después de que las próximas crecidas terminen de abrir camino y permitan que el agua realmente corra y resuene. Cuando la vegetación se expanda y recupere las orillas hoy desnudas. Acostumbrados al embalse y con la desolación actual es difícil de imaginar, pero la realidad es que, con un mínimo de intervención,  tenemos la oportunidad de ganar en poco tiempo (los ríos son muy dinámicos) un tramo mucho más natural y saludable, un nuevo tramo sin embalsar que sumar a los pocos existentes en Pamplona, en parajes muy cercanos de Alemanes, Puente de San Pedro, San Jorge… Para mí, tras 25 años observando con mucha curiosidad el río tanto por ocio como profesionalmente,sin duda son los tramos más frescos, amenos y vitales del Arga. Tramos en los que el nivel baja en verano sin que nadie se extrañe, sin que nadie los considere antiestéticos, tramos que les invito  a recorrer con atención.

Agua corriendo en el puente del Plazaola (25 de abril de 2018)
Fruto de una mejor comprensión de la dinámica y la ecología de los ríos y sus riberas y de una mayor concienciación y conocimiento  por parte de la sociedad en general, nuestro concepto de la gestión de estos espacios va cambiando poco a poco. Ahí tenemos a nivel europeo la Directiva Marco del Agua (de obligado cumplimiento), cuyos objetivos empiezan a alcanzarse muy tímidamente, no sin grandes esfuerzos, pues se aborda un campo complejo con muchos intereses en juego y porque enfrenta muchas ideas arcaicas bastante arraigadas. Ideas por desgracia usadas con demasiada frecuencia como arma política con fines totalmente interesados. En cualquier caso, entre los técnicos que planifican la gestión de los ríos en la actualidad, quedan muy pocas dudas sobre el hecho de que presas como la que nos ocupa son muy perjudiciales para la dinámica de los ríos. De ahí la tendencia actual, que curiosamente en Navarra se inició con otros en el poder, a eliminar en la medida de lo posible las que ya no tienen utilidad. En el último estudio presentado sobre el estado del Arga en Pamplona se menciona un tema que no es nuevo y que ya han apuntado trabajos anteriores: la deficiente calidad del cauce en muy diversos aspectos (hidromorfología, grado de naturalidad, bosques de ribera, riesgo de inundaciones…). Parece que en 30 años solo hemos avanzado algo en acercar el río a la ciudadanía y en dejar de usarlo como estercolero y vertedero. En ese estudio se critica fuertemente la actual falta de movilidad del río y se apuesta por la eliminación de obstáculos, mencionándose expresamente a la presa de Sta. Engracia, junto con la de la harinera de Ilundain, como elementos sin utilidad directa cuya eliminación supondría una mejora en el paso de sedimentos, en la movilidad de la fauna, en los efectos de las inundaciones, etc. Una mejora en la salud del Arga que no quedaría restringida al tramo de 1000 m en cuestión, pues en los ríos, por su propia naturaleza, todo lo que se realiza en un punto tiene sus repercusiones aguas arriba y aguas abajo. Soy plenamente consciente de que el río atraviesa aquí la mayor concentración de población de Navarra y es lógico y razonable un nivel alto de urbanización y uso en el mismo en forma de Parque Fluvial. Pero esto es perfectamente armonizable con una muy necesaria mejora de lo que no es sino un elemento natural, y tanto los que ahora tienen el mando del gobierno municipal como los que lo han tenido antes lo saben perfectamente, pues han tenido su asesoramiento técnico. No es por lo tanto de recibo la demagogia política iniciada.

Garza real, una de las protagonistas de nuestro río
Quizá la polémica puede estar en si la presa tenía utilidad o no. Evidentemente para el club de remo la tenía. Es ahí donde los poderes públicos tienen que sopesar por un lado nuestro derecho a un medio ambiente bien conservado y nuestro deber de cuidarlo, y por otro los intereses de grupos privados. Personalmente lo tengo muy claro. Estamos tardando en demoler lo que queda. Lo de cuidar nuestro entorno no es un capricho, es una necesidad y es de sentido común. Por eso tratamos ya de enseñarlo a nuestras hijas e hijos desde la educación primaria.
¡Aprovechemos la oportunidad para mejorar el Arga! ¡Dejemos que el río fluya en Sta. Engracia!

Álvaro Bértolo
Técnico Superior en Gestión de Recursos Naturales y Paisajísticos.







2018/08/24

El derrumbe de la presa de Santa Engracia NO contamina el río

En los últimos días se están publicando en diferentes medios de comunicación artículos sobre la suciedad, basura y la contaminación en el río tras la rotura de la presa de Santa Engracia.

Artículo del Diario de Noticias del 14 de agosto. Sólo se recoge la perspectiva del colectivo de remo.

Más allá del carácter sesgado de estos artículos, solo se tiene en cuenta la opinión del colectivo de remo, además de una baja calidad periodística de carácter ambiental. Desde el movimiento Arga Bizirik-Arga Vivo queremos reivindicar que el río NO está más contaminado por el derrumbe de la presa de Santa Engracia tal y como se dice.
El derrumbe de la presa de Santa Engracia NO contamina el río, si no lo contrario, lo “DEScontamina”. El derrumbe ha permitido que cerca de 1 km de río empiece a recuperar sus características naturales. ¿Y porque es bueno que el río se parezca lo máximo posible a aquel que un día fue? Sencillamente porque todos los animales (peces, anfibios, mamíferos, aves…) y todas las plantas del río Arga han estado evolucionando y adaptándose durante miles de años a vivir en un río con unas condiciones que están muy lejos de las generadas por el azud de Santa Engracia. 

Zona del río Arga antes de la presa de Santa Engracia (25 de abril de 2018). La lámina de agua tiene una altura normal para la época del año permitiendo que el agua fluya con rapidez y que salgan a la luz zonas de rápidos y zonas lentas. Los sedimentos colmatados por la presa de Santa Engracia forman islas de sedimentos que en las próximas riadas irán movilizándose río abajo.
 
Gracias al derrumbe de la presa el río ya no es una lámina de agua profunda y prácticamente inmóvil. Ahora se pueden observar zonas de rápidos y zonas lentas, como esperaríamos ver en un Arga vivo. Si cierras los ojos y escuchas, oyes al río fluir. El río está despertando tras muchas décadas dormido. Un río que corre (como pasa ahora) no puede estar contaminado; es así digamos lo que digamos.
Cierto es que al derrumbarse la presa tres colectores quedan al descubierto causando malos olores, pero queremos dejar claro que el agua sucia y con restos que pueden expulsar estos colectores también llegaba al río antes y producía malos olores cuando estaba la presa sin derrumbar. La entrada de agua de los colectores contamina el río con y sin presa, y es, sin lugar a dudas un aspecto que debería solucionarse. Los que gestionan los colectores tendrán que ponerse las pilas.

Zona del río Arga antes de la presa de Santa Engracia (diciembre de 2017). La foto muestra el mismo tramo de río que la anterior pero tomada desde otro ángulo y con la presa de Santa Engracia aun remansando el agua. El agua fluye muy lentamente y la altura de la lámina no permite que se creen zonas de rápidos.

Se habla también de suciedad, basura y de que para la gente que se baña y pesca hay un fuerte peligro. Eso es muy similar al tema de los colectores. Que haya latas de cerveza, carros de la compra, plásticos, y a saber que, no tiene que ver con la rotura de la presa ni con que haya bajado el nivel de agua… Toda la basura presente es el resultado de lo “guarro” que puede llegar a ser el ser humano… La diferencia con hace unos meses, es que antes el agua lo tapaba todo, y ahora está al descubierto, dejándonos en evidencia.
En resumen, las presas en los ríos modifican su estado natural y sin lugar a dudas empeoran su calidad. No lo decimos nosotros, sino que hay estudios que lo avalan. Afirmar que el derrumbe de la presa tiene relación con la contaminación del río Arga no es más que confundir a la opinión pública. No estamos en contra de que el club de remo exprese y defienda su postura, pero no vamos a consentir que se usen argumentos falsos para tal fin.

Río Argada desde el puente del Plazaola (3 de agosto de 2018), más limpio que nunca