Ortofoto con las diferentes presas de Pamplona y sus consecuencias |
Si os fijáis veréis como
aguas arriba de los azudes el agua pierde velocidad, se estanca y la
profundidad del río aumenta (Imagen 2 y 3). Consecuentemente se pierde la forma
natural del cauce y el entorno natural de los peces, aves, plantas y demás
habitantes del río desaparece. Millones de años de evolución han hecho que la
flora y fauna de nuestro río Arga se acostumbre a un río que fluye libre, sin
presas que taponen y alteren su hábitat.
Zona del Arga con el agua estancada, sin aguas corrientes y por ello con poco oxígeno |
Agua estancada e inmóvil, donde no se ve el fondo, todo consecuencia de una presa |
Por suerte, casi la mitad
del río Arga aún mantiene aguas fluyentes, sin azudes, en donde el fondo del
río puede verse y donde la flora y la fauna se sienten agusto.
Hace décadas que las presas o azudes que taponan el río Arga en Pamplona
dejaron de ser utilizadas. Ahora son elementos sin un uso más allá del
histórico, recreativo y sentimental. La ciudadanía de Pamplona y los políticos
debemos reflexionar y decidir si está justificado conservar estas presas o por
el contrario deberíamos eliminarlas.
Para nosotros, el asunto está bien claro.
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