Unas especies vienen desde el norte de Europa en los meses
fríos a pasar el invierno, otras vienen en verano escapando de zonas más
calurosas, pero muchas otras permanecen toda su vida en el mismo río, por lo
que se les puede localizar sin mayor problema, ya que muchas veces frecuentan
el mismo tramo y crían año tras año aunque pasen muy desapercibidas.
Hay muchas que son muy comunes y fáciles de identificar, como
puede ser el caso de los mirlos, esos pajarillos negros de pico amarillo, las
mal vistas palomas y picarazas, las tórtolas turcas o los gorriones, cada vez menos abundantes y
conocidos por casi todo el mundo.
Macho de mirlo en el Parque fluvial |
Además, como ave de presa se puede sumar el milano real, una
rapaz grande de cola ahorquillada fácil de diferenciar, rapaz en grave peligro
de extinción por el uso de pesticidas y venenos y que se puede ver muy fácil
sobrevolando y campeando por el cielo sobre todo en zonas abiertas; aunque no
anide por el río, lo usa como corredor para moverse, y las zonas abiertas y
huertas de alrededor para poder cazar pajarillos, ratoncillos y demás...
Pero sin duda alguna, la avifauna del tramo pamplonés del Arga
es mayor en aves de menor tamaño.
El río Arga es un pulmón de vida y en los arbolillos,
matorrales y demás, los jilgueros y los petirrojos, se ven acompañados de
verdecillos, verderones, pardillos, pinzones, carboneros, herrerillos y mitos
con mucha frecuencia. Todos ellos de colores muy vistosos, al contrario que la
curruca capirotada o los mosquiteros, de tonos más discretos. Además, se une un
pájaro muy curioso, el agateador, que de pico largo y curvado y de tonos
marrones, trepa por los árboles y se camufla a la perfección con el color de la
corteza. Muchos de ellos permanecen todo el año, y en diferentes épocas del
año, ven aumentado su número poblacional por ejemplares que vienen de otras
latitudes en grandes viajes migratorios.
Hembra de curruca capirotada |
El río como es lógico hace que no falten las aves acuáticas.
La más común es el ánade real, que se puede ver en cualquier rincón, aunque también
es muy sencillo observar a la gran garza real pescando (de hecho este año una
pareja ha criado muy cerca de Cuatrovientos), al martín pescador, un simpático
pajarillo de color azul brillante que vuela por la superficie del agua como si
de una flecha se tratase, o a la gallineta común, también conocida como polla
de agua.
El nido de garza, primera cita de nido en Pamplona capital |
No faltan tampoco las lavanderas, tanto blanca, como cascadeña, que
reciben su nombre porque se encuentran cerca del río, y fáciles de identificar
por su característico caminar, balanceando parte de su cuerpo, y el mirlo acuático,
típico en aguas corrientes, como las creadas recientemente en la zona del
Plazaola.
Mirlo acuático en la zona de Aranzadi |
Como muy importante, destacar la presencia de pájaros
carpinteros con dos especies muy similares en coloración, combinando negros y
blancos con “txapelas rojas” pero diferentes en tamaño; se trata del pico
picapinos y del pico menor. Ambos, todas las primaveras crían sus pollos en
agujeros que ellos mismos hacen en árboles, y que como son muy escandalosos,
con mucha atención se pueden localizar en arbolado cercano al río. Además, cada
vez se deja ver más el pito verde, un pájaro carpintero de tonos amarillentos
muy fácil de identificar.
Macho de pico menor, uno de los carpinteros nidificantes en Iruña |
Algunas aves en cambio, son más difíciles de ver porque
siempre andan entre matorrales, pero sí que se pueden localizar fácilmente por
el canto que tienen, ya que es muy característico, como son el ruiseñor
bastardo (siempre cercano al río) y el chochín. De la misma manera con un canto
muy identificable destaca el colirrojo tizón, que junto a los estorninos negros
canta desde antes del amanecer desde lo alto de los tejados de nuestras casas,
y que en muchas ocasiones buscan alimento en los jardines y paseos fluviales de
Pamplona.
Ya veis que el listado de aves que nos acompaña durante los 12
meses del año es amplio y variado, así que ahora sólo queda salir a verlas e
intentar identificarlas poco a poco.
El río es vida en estado puro y tenemos que conservarlo y
respetarlo, ya que es nuestro pulmón. El Arga esconde secretos en forma alada y
emplumada en cada rincón. Conozcámoslo, y disfrutemos de todo lo que ello
conlleva.
Grupo de azulones, los más habituales en el río. |
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